Los cambios en el proceso de escolarización, implantados para el curso 21-22, dieron lugar a cientos de reclamaciones por parte de las familias, tanto de la red pública como de la concertada, que se sintieron perjudicadas de una u otra manera por el nuevo sistema.
Un año después y en el comienzo de la escolarización en La Rioja, la Consejería de Educación no propone cambios sustanciales con objeto de reducir los múltiples defectos del proceso —que desde nuestra organización hemos trasladado en los foros en los que contamos con voz— más allá de adelantarlo y explicar unas bondades que, sinceramente, desde CONCAPA Rioja no las consideramos como mejoras.
SOBRE EL PERIODO DE ESCOLARIZACIÓN
La elección de colegio es una decisión meditada para la que las familias requieren tiempo para conocer los centros y sus proyectos educativos. Adelantar, de forma apresurada, en más de un mes el proceso en la escolarización de tres años, lejos de beneficiar, genera mayor presión a las familias que deben resolver en un plazo de dos semanas el colegio más adecuado para su hijo. Alargar el tiempo de inscripción, les daría mayor tranquilidad.
SOBRE LA ZONIFICACIÓN
La zonificación limita a las familias la libertad de elección de centro y es una medida claramente discriminatoria por los siguientes motivos:
- Impone el criterio de cercanía al domicilio o al puesto de trabajo, mientras que cada familia tiene sus propias prioridades a la hora de elegir centro, no siempre el de cercanía.
- No garantiza que el domicilio o puesto de trabajo, estando cerca del colegio elegido, pertenezca a la zona de influencia si se encuentra en zonas limítrofes.
- Discrimina a los cientos de familias logroñesas que tienen su domicilio en Lardero o Villamediana, impidiendo acceder al colegio de su elección.
- Lejos de reducir el efecto de agrupación de familias socioeconómicamente desfavorecidas en determinados centros (los mal llamados “centros gueto” por parte de la Consejería de Educación) lo potencia.
- Dificulta el proceso de escolarización al incorporar la necesidad de documentar el empadronamiento por parte de las familias y garantizarlo por parte del Ayuntamiento.
SOBRE EL BOMBO ÚNICO
El bombo único otorga el mismo valor a la hora de baremar el centro elegido en primera opción y el resto de opciones. Es obvio que para las familias no tiene el mismo peso el colegio escogido en primer lugar, que el de segundo, ni que decir tiene el de tercera, cuarta o quinta posición.
Por tanto, no vemos el beneficio de este sistema que, según la Consejería de Educación, elimina la incertidumbre existente que devenía, según ellos, en que las familias solicitaban acceso en centros educativos que no eran necesariamente los que querían, sino en los que tenían la seguridad de que había plazas disponibles.
SOBRE LA PLANIFICACIÓN
Si bien la reducción de ratios en el segundo ciclo de Educación Infantil (3 a 6 años) de 25 a 20 alumnos por aula fue una medida bien recibida por toda la comunidad educativa, pues afecta directa y positivamente a la calidad de la educación, se vuelve en contra de la libertad de elección de las familias si no va acompañada de una adecuada planificación de la oferta de plazas, tanto en la red pública como en la concertada.
La disposición de plazas debe ser lo suficientemente amplia para garantizar que todas las familias puedan elegir al menos, la red deseada, y en la medida de lo posible, el centro de su elección en primera opción.
La Consejería de Educación, desoyendo una vez más las decisiones de la Comisión de Conciertos, ha denegado la ampliación de la oferta en centros concertados y amplía, atendiendo a sus propios criterios de dudosa justificación, la oferta en algunos centros públicos. El Sr. Consejero y el Director General de Educación deberían plantearse para qué consultan a este órgano si cuando las votaciones no le son favorables, mantienen sus propuestas sin dar argumentos.
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