¿Qué razones pueden llevar a que nuestro hijo necesite acudir a clases particulares? Conciliación laboral, proceso madurativo, sistema educativo… Conoce la opinión completa de CONCAPA Rioja a través de la entrevista concedida a Diario La Rioja.

¿Qué creéis que puede haber detrás de que un niño necesite acudir a clases particulares para superar el curso?
Son muchas las razones que pueden llevar a la necesidad de las clases particulares. Desde los propios procesos madurativos del alumno en cuestión, a la imposibilidad de las familias de echarle una mano, etc.

El proceso de aprendizaje es complejo puesto que en él influyen factores de muy diversa índole: capacidad, motivación, falta de atención en clase, ámbito escolar, profesores, amigos, sociedad, etc.

Cada caso es un mundo y hay que analizarlo con sus particularidades: no se debe generalizar.

¿Es un fallo del sistema educativo que se necesiten clases particulares? ¿Es necesario introducir cambios en el sistema educativo o en la metodología de enseñanza?
No necesariamente. El hecho de que la educación haya de ser personalizada, no nos puede hacer exigir que sea “particularizada” porque es materialmente imposible.

Ello no obsta para que tenga que mejorarse el sistema para corregir las adaptaciones curriculares de forma que realmente sirvan para que los alumnos con más dificultades (que normalmente son, además, transitorias), no queden descolgados, ni necesiten –en la medida de lo posible- apoyo externo.

Aspectos como la metodología, la capacidad y actitud del profesorado para motivar a los alumnos, la innovación educativa, son a nuestro entender áreas con un amplio margen de mejora.

Muchas academias nos dicen que los niños acuden a hacer los deberes. ¿Es lógico que un niño tenga que ir a una academia para hacer los deberes?
Este hecho puede ser, en algunas ocasiones, debido más a las dificultades de conciliación de la vida laboral y familiar que un fallo del sistema educativo.

Si los deberes son razonables, no tiene por qué haber necesidad de academias para hacerlos. Ahora bien, si las familias –por la razón que sea- no pueden apoyar a sus hijos cuando lo necesitan, es lógico que busquen ayuda externa.

Los deberes, en su justa medida y siempre que sirvan para reforzar los conocimientos adquiridos en clase, son beneficiosos para el alumno ya que fomentan hábitos positivos de trabajo, pero un exceso de carga en horario extraescolar, trae consigo entre otros, desajustes en la conciliación y sobrecostes económicos.

Quizá el caso del inglés es lo más llamativo con una gran proliferación de academias a las que van prácticamente todos los niños. ¿Es apropiado el sistema de enseñanza de inglés en los centros?
Este es un problema que venimos denunciando desde hace tiempo desde CONCAPA.

No tenemos nada en contra de las academias de idiomas, todo lo contrario; pero lo que no tiene sentido es que los contenidos de idiomas que se dan en los colegios no sean los mismos que se precisan para los –cada vez más necesarios- títulos oficiales.

Los idiomas impartidos en los centros de enseñanza deberían conllevar la consiguiente titulación oficial. Es absurdo que se terminen los estudios con cantidad de años de idioma y no se tenga la titulación oficial; es absurdo mantener dos sistemas paralelos.

Hay que darle una solución lógica y que el aprobado de la asignatura en el colegio tenga (si es preciso con exámenes externos) validez oficial.